viernes, 6 de febrero de 2015

Sociología de la basura

Publicado en el Diario de Centro América, el 6 de febrero de 2015

La basura nos define, social y económicamente. ¿Quiere usted saber cómo vive una familia?


Denominamos basura a los desperdicios de comida, materiales, papeles, trapos viejos, cosas rotas, juguetes en mal estado, y todo aquello que debemos considerar inservible para nuestro modo de vida. En las grandes ciudades, la basura constituye una industria, cumple un ciclo de producción y renovación de materiales aparentemente inservibles en otros elaborados para insertarse en nuevos ciclos de vida.
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La basura nos define, social y económicamente. ¿Quiere usted saber cómo vive una familia? Revise las bolsas de basura que continuamente sacan a la calle o depositan en recipientes residenciales. Allí encontrará la evidencia de sus hábitos de higiene, consumo de alimentos, predilecciones sociales, etcétera. Una bolsa de basura marca el nivel de vida de una familia.
Por ejemplo, en una familia de clase acomodada, seguramente encontraremos facturas sobre compras lujosas, dado que ni siquiera usan estos documentos para hacer declaraciones al fisco; también encontraremos tiquetes de avión, envoltorios de productos de superior calidad, el más finísimo papel toilet, frascos de perfume a medio usar, ropa de medio uso, juguetes seminuevos, relojes descompuestos, entre otros. Cada casa tiene su respectivo depósito de basura donde es extraída por camiones limpios y bien cuidados. En una  bolsa de basura de clase media, lo más seguro es que encontremos envoltorios de hamburguesas, pedazos de pizza, restos de pollo frito, algunas verduras podridas, frutas descompuestas, frascos de yogurt, zapatos gastados, papel higiénico suave, utensilios de cocina bastante usados, latas de cerveza y botellas de aguas gaseosas, para mencionar algunos ejemplos. Todo, depositado en bolsas provenientes de supermercados de moda. La basura se deposita en lugares comunes seleccionados por los miembros de la comunidad: toneles u otro depósito especial. Los recoge un camión que cobra mensualmente por sus servicios.
En una bolsa de basura de clase pobre, pueden encontrarse algunos restos de hojas de verduras viejas, bolsas de frijoles y otros alimentos que compran en el mercado más cercano o en la tienda de barrio. Casi no se encuentran restos de comida, ni frutas, ni verduras, solo un montón de trozos de papel periódico usados para el sanitario o papel higiénico de ínfima calidad. Los pobres depositan la basura donde puedan, a veces de manera subrepticia, en la calle o lugares solitarios. Cuando bien les va, el camión municipal de extracción de basura recoge su encomienda de vez en cuando.
Me han contado que la basura más apetecida es aquella que se extrae de lujosas residencias. Allí puede hallarse una generosa cantidad de objetos que aún pueden ser utilizados y sacarles unos años más de vida. En la basura de clase media, con suerte se encuentran algunos objetos de valor. En la basura de la clase pobre lo único que se encuentra es el espejo de su precaria subsistencia. ¿Usted, qué basura desecha?

2 comentarios:

  1. el tema central me parece bien, pero por otro lado hay que despojarse de prejucios dado que ser pobre no es sinónimo de ser sucio. los hábitos de higiene y saneamiento son independientes a la clase social a la que se pertenezca, el echo de tirar desechos sólidos a la calle puede hacerlo alguien de clase alta como de la clase baja.

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  2. Muchas gracias por su articulo. Esto me ayudo con mi tarea y a reflexionar que hay en mi basura.

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El periodista Carlos Enrique Morales Monzón produjo esta versión de mi poema Las ranas y los grillos. Se los dejo