Publicado en el Diario de Centro América el 30 de octubre de 2015
La película será un
rodaje grandioso, y quizá pueda exhibirse con mucho orgullo en todas las salas
del mundo, como una muestra de madurez política.
El 14 a las 14 dará inicio el rodaje de la película “El
sombrero del presidente” con la participación de Neto, encarnado en el
personaje de Jimmy Morales. El guion cinematográfico está basado en las
tribulaciones de un presidente que tiene que sortear los más grandes problemas
para salir con la misma sonrisa con la que entró, cuatro años más tarde.
Al mejor estilo de la corriente literaria de realismo mágico,
impulsada por Miguel Ángel Asturias, Neto deberá enfrentar al dragón de
múltiples cabezas que conforma la corrupción del país de la ya no muy “eterna
primavera”; quebrar los dientes al monstruo de la violencia; librar mil
batallas contra la miseria endémica que padecen miles de ciudadanos; cabalgar
en el lomo del viento para no mancharse las botas con la escoria de los
mercaderes de medicinas y alimentos básicos; quemar con el fuego puro de la
honestidad el cáncer del contrabando y los malos manejos del Estado; combatir
contra los molinos de viento que conforman el narcotráfico.
Con un tratamiento de documental histórico pero aderezado con
los atributos mágicos del posmodernismo, Neto caminará su trayectoria por la
presidencia, tan solo acompañado por su hermano Nito, quien, como su alter ego,
lo mirará de reojo, sin poder intervenir en el rodaje más que como crítico
“sangre de mi sangre”.
La película será un rodaje grandioso, y quizá pueda exhibirse
con mucho orgullo en todas las salas del mundo, como una muestra de madurez
política, rectitud en el manejo de la cosa pública, sensibilidad social para
entender y atender los problemas estructurales de la exclusión, la extrema
pobreza, la desnutrición, la falta de diálogo social, y toda una sarta de
rezagos que enfrenta el país.
Uno de los puntos más álgidos que conforman el clímax de la
película será la capacidad de Neto para no ceder ante las tentaciones del
poder, especialmente de aquellos que hacen del poder una moneda de cambio:
cambio de voluntades por dinero. Salir indemne de este trance será una de sus
mejores virtudes.
Las posibilidades técnicas, los personajes principales, los
extras, las locaciones, la utilería, en fin, todos los recursos necesarios para
una película serán por mucho, superiores a aquella que tanto nos hiciera reír
“Un presidente de a sombrero” y que tanto influyera en el rodaje de este nuevo
film.
La totalidad de locaciones, personajes y escenas serán
totalmente en vivo y a todo color, sin quitarle un ápice de realidad, aunque el
tratamiento será en mucho, el estilo personal del actor principal, Neto.
Pocas veces un actor ha sido personaje de su propia historia,
que dista mucho de ser una autobiografía. Es más que construir la vida en
cuatro años y condensarla en una película que dé fe del paso de la historia.
Una vez le pregunté a Sammy Morales si era Nito o era Neto.
Esto me respondió: “Es Neto y Nito, como le suene más bonito; o Nito y Neto,
como le suene más coqueto”. Así que pido disculpas si he confundido los
personajes.
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