Ayer se presentó el poemario Aspiración Animal, del poeta Gustavo Bracamonte, propuesto este año al Premio Nacional de Literatura por el centro PEN. En un emotivo acto comentaron la obra los escritores Jessie Álvarez, Edna Portillo y Gloria Hernández. Tuve acceso al discurso de Edna Portillo, quien entre otras cosas expresó lo siguiente:
“Para comenzar, vale la pena reflexionar acerca del término aspiración: aspirar significa, en su primera acepción, atraer el aire a los pulmones. La aspiración en la poesía de Gustavo constituye el grito que el poeta emite al faltarle el aire para asimilar la vida en su crueldad y su realidad. En una forma prosaica: agarrar aire para aguantar.
Asimismo, aspirar significa originar una corriente de fluido mediante la producción de una baja presión. ¿Cuál baja presión? ¿El desánimo, la tristeza, la desilusión? Y en ese fluir de sus ideas y sus pensamientos y sus sueños, va inmersa la aspiración al no ser, al no ser un ser humano para retornar a lo básico, elemental e instintivo, para constituirse en un ser irracional, que no se complica, por tanto no ama ni se compromete… y que por tanto no sufre: vive, duerme y espera el amanecer.”
“(…) La obra Aspiración animal de Bracamonte nos lleva a todas las formas de aspirar. El deseo por atrapar lo que está fuera, por atraer lo que no está dentro de nosotros. Un aspirar a no ser vulnerables al tiempo; a no marcar fronteras, a ser todos parte de lo mismo, en el que ‘nuestro pasaporte es el hambre y la indiferencia’. El poeta aspira a ser como esos seres que se desplazan hacia adelante por enormes extensiones empujados por una inercia que solo atañe a cada quien. Ser animal, volverse animal, sacar lo animal desde el fondo es carecer de llanto y melancolía, nos basta el decaimiento de la hierba o de la lluvia para acostarnos a esperar que amanezca…”
"La gama animalesca de Bracamonte, un universo de pájaros, búhos, ardillas, gatos… aparece enmarcada en un mundo edénico, con aspiración y anhelo de un mundo limpio: “Cantan las palabras con el búho/ me llama el búho con voz abierta/entre los árboles de la sangre/respiro intensamente/para comunicarme con el viento/por las ánimas que deliran espacios/ en los conversatorios de la respiración…” Para después trasladarse al mundo de lo artificial: “la gente ocupada con sus móviles/ y artefactos fríos/paralizados por de pronto/ con enfermedades
maquinales…”
"Bracamonte es en sí mismo una aspiración a lo animal, en su naturaleza, su sencillez e instinto: su aspiración es la del poeta que apunta a ser poesía. Una poesía que encierra todas las facetas de lo humano: lo lúdico y lo festivo; lo erótico lleno y rebosante de lucidez e ironía."
Los escritores Hernández y Álvarez también vertieron elogiosos conceptos sobre la obra de Bracamonte, quien, con ese nuevo libro sobrepasa los treinta; cabe mencionar que tiene en imprenta otras obras poéticas de las cuales he sido un lector preliminar. Felicitaciones a nuestro bardo chiquimulteco.
Carlos Interianohttps://dca.gob.gt/noticias-guatemala-diario-centro-america/wp-content/uploads/2019/01/CARLOS-INTERIANO