Publicado en el Diario de Centro América el 25 de mayo
Hay mucho talento
nuestro país esperando una oportunidad para expresar sus dotes artísticas.
La Editorial Universitaria, en nombre de la Universidad de
San Carlos de Guatemala, ha convocado al Premio de poesía "Manuel José
Arce". Este certamen lleva el nombre del insigne escritor, poeta,
ensayista y dramaturgo de talla universal y orgullosamente guatemalteco.
El premio, sin embargo, no nace desde el seno de la Usac. Es una
idea de intelectuales altruistas que quisieron exaltar la figura del gran
hombre de letras, instituyendo un galardón destinado a reconocer y estimular la
labor que poetas jóvenes desarrollan en el país en beneficio de este arte que, comparado
con lo que fuera antaño, es hoy un espacio super reducido de goce estético.
Este esfuerzo tesonero que vienen realizando desde 2015
Gustavo Bracamonte, Danilo Dardón, Roberto Cifuentes, Anacleto Medina y José
Luis Perdomo va más allá del aporte económico que sale de sus bolsillos. Es de
verdad, un gesto altruista que conlleva la oportunidad de los jóvenes poetas de
verse reflejados en su trabajo y una ventana de oportunidad para establecer
relaciones con otros intelectuales del país y allende nuestras fronteras. Quien
ha sentido el dolor de que le cierren la puerta “en las narices” cuando acude a
una editorial a someter su trabajo y le dicen que “esa cosa no vende”,
refiriéndose a la poesía, podrá entender el espíritu de esta iniciativa.
No hablo por mí, por supuesto. Afortunadamente yo he tenido
el apoyo incondicional de la Editorial Estudiantil Fénix que dirige Gustavo
Lapola, quien, desde sus inicios, me abrió las puertas para publicar mi modesto
trabajo intelectual. Pero he sabido de muchos casos que, en la calle, se han
tropezado con los postigos cerrados a sus inquietudes literarias.
Este premio de poesía Manuel José Arce debe convertirse en un
proyecto a largo plazo, fortalecido institucionalmente por la Usac. No es
posible que la tricentenaria institución educativa piense más en el fútbol y
deje de lado el cultivo de un área que está más emparentada con la naturaleza
de su función: difusión de la cultura en todas sus manifestaciones (Artículo 82
constitucional).
Sería verdaderamente gratificante para las letras
guatemaltecas que la Universidad de San Carlos emprendiera un movimiento serio,
sostenido y con suficiente financiamiento en el campo de la cultura,
especialmente en la literatura en todas sus ramas. Hay mucho talento nuestro
país esperando una oportunidad para expresar sus dotes artísticas. Este
movimiento debiera atravesar los anquilosados muros que conforman las aulas y
convertirlas en centros donde se cultive, a la par de la ciencia y la
tecnología, las artes en general. Brincos daría yo si de este sueño tan solo se
empezara por dar legitimidad institucional al premio de poesía Manuel José
Arce. Pese a la anomia del ente superior, respecto al cultivo de estas
descuidadas ramas del pensamiento, el equipo que conforma la logística del
premio continúa haciendo su mejor esfuerzo por realizarlo cada año. Gracias por
su esfuerzo y empuñadura intelectual.