Carlos Interiano (1997)
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¡Mira, cómo llora
la fuente!
¿Serán lágrimas,
acaso
de ninfas
enamoradas?
¿Serán penas?
¿Serán gozo?
¿Serán placeres
perdidos
de dos amantes
que antaño
juramentaron su
idilio
en el borde de su
estanque?
¡Mira, cómo llora
la fuente!
Como si fuera un
suspiro
de tiempos idos,
lejanos,
donde dejamos la
huella
de un primer beso
añorado
¿Serán lágrimas
de angustia?
¿Serán sólo
remembranzas?
¿Sabrá la fuente
que sufren
con ella mis
mustias alas?
¡Mira, cómo
derrama la fuente
Sus lánguidas
gotas de llanto!
como si fuera el
invierno
que azotó nuestro
pasado
cuando lloraron
tus ojos
y mojaron
tiernamente
mis hombros de
adolescente
aquel día que
juramos
nunca, jamás
olvidarnos.
¡Cómo me trae el
recuerdo
el susurro de sus
gotas!
Como un suspiro
se mueren
en la distancia
los años.
Ayer tan sólo
eras mía.
Hoy, ¡quién sabe
si mis alas
puedan alcanzar
las tuyas
junto a esta
fuente que llora!
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