En mis manos un sol de herida sombra
duerme silente como un niño
al final de la jornada
y en mis ojos se refleja la imagen
de un mañana incierto y de un
trozo de alegría mutilada
duerme silente como un niño
al final de la jornada
y en mis ojos se refleja la imagen
de un mañana incierto y de un
trozo de alegría mutilada
Un pájaro reseco de ternura
se ha encallado en la voz
de un tiempo infausto
pero en los brillos que refleja la memoria
se resisten a morir las alegrías
Es tarde ya
mis sienes han sumado un año más
y en mi reloj de atardecida clorofila
se escucha un tic tac que retrocede
Cuando aún se tiene ganas de vivir
cielo y tiempo son al final
la misma cosa
cielo y tiempo son al final
la misma cosa
Excelente poema. Un abrazo Carlitos.
ResponderEliminar