Por qué insistes lágrima en
horadar mi pecho
/este convento sacro que es
panteón de dolores muertos/
por cuál magia de olvidadas manos
te viertes sobre mi rostro
que es lecho de tristeza
son acaso los adioses eternos
el manantial que mana
tu salada presencia
es acaso el olvido
los dolores furtivos
o tan solo eres huella
de perdidas batallas
eres lágrima lluvia
que me crece por dentro
eres mar que se esconde
en mis cuencas de viejo
o tal vez eres numen
de poeta fallido
lágrima
ya no llores
que el dolor se ha dormido
Profundo
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