domingo, 2 de febrero de 2014

Medios e industria de la información

El derecho a informar se traduce en el derecho a  vender información.

Las características de la producción de bienes y servicios en la historia humana hasta entrada la Edad Media, fue la manufactura. La elaboración y venta de objetos se hacía de manera manual. En este sentido, cada objeto conservaba una personalidad y características muy particulares, aunque los procesos de producción y distribución eran muy lentos y limitados.

Una de las grandes características de la llamada primera revolución industrial de fines del siglo XVIII la constituye la producción en serie, con patrones de producción que reflejaban las características de un modelo a partir del cual se elaboraban. Este salto en la producción provocó una mayor cobertura en la distribución de bienes y servicios a la cada vez más explosiva civilización humana.

La prensa escrita (aun no se inventaba la radio, la televisión y el Internet) experimentó el paso de la producción manufacturera a la producción industrial. En este nuevo modelo de producción, distribución y consumo, los medios masivos han encontrado la fórmula perfecta para insertarse en el mercado del consumo.

Adoptando las reglas básicas de la producción industrial, los medios (aquí ya incluimos a los cuatro medios actuales) presentan algunas características que los convierte en la la pudiente industria de la información.  Entre algunas de estas leyes industriales están: uso de la información como producto mercantil sujeto a la oferta y la demanda, la ley de libre competencia. En esta ley la industria de la información ha montado su aparato ideológico para defender su derecho a informar que se traduce ni más ni menos que en el derecho a vender información.

Otra de las leyes adaptadas por la industria de la información es buscar la más alta rentabilidad al más bajo costo. En esta lógica, los medios (salvo raras excepciones) contratan mano de obra barata cuyos salarios no impacten el resultado final de sus operaciones mercantiles.

El ciclo de vida de un producto es también una de las leyes aplicadas por la industria de la información. Esta característica ha llevado a elaborar un andamiaje de supuestos técnicos respecto a la inmediatez, la precisión y claridad de la noticia. Una de las fórmulas preferidas que se enseñan incluso en las universidades, como caja de resonancia de esta visión industrial es la llamada pirámide invertida. De eta cuenta, la noticia que se generó ayer, hoy se ha convertido en una pieza de museo informativo. Y salvo que se trate de una noticia con un perfil político a la cual el medio pueda sacarle mayor rentabilidad, pasará a ser parte del osario informativo. Un objeto inservible con nulo valor industrial.

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