Imagen tomada de Google
Esta casa,
donde jugaban los niños
es cementerio de rosas,
de jazmines y geranios.
En sus paredes se escucha
la sonrisa de otros tiempos.
En su patio aún reposa
el cadáver de la lluvia.
Y en sus ventanas se asoma
el aroma de la vida
que fue ternura profunda
y cansancio al mismo tiempo.
Esta casa,
donde jugaban los niños
quedó preñada de ausencias,
de adioses y desencuentros.
En sus espacios vacíos
hacen nido los recuerdos
y mis pupilas recogen
las cenizas de sus besos.
Esta casa,
donde jugaban los niños
se queda trémula y sola
sin sueños y sin infancia.
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