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Presentada
al entonces presidente Ramiro De León Carpio, en junio de 1993. Al momento no
ha sido ejecutada en su mayoría. Las necesidades persisten y justifican su
ejecución.
INTRODUCCION
Las ideas que se
exponen en esta propuesta están encaminadas a conformar una institución que se
inserte en una política global de desarrollo cultural que nos identifique como
nación, conviviendo con diversas formas de vida, etnia, costumbres y enfoques
estéticos, científicos y tecnológicos.
La cultura es el perfil
que define a un país, tanto en el plano material como espiritual. Por ello se
hace necesario que exista un órgano estatal que se dedique a crear, preservar,
alimentar y difundir el acervo cultural de la nación.
Sin embargo, este
órgano institucional debe funcionar de acuerdo a las políticas de desarrollo
trazadas a corto, mediano y largo plano por el Ejecutivo. No es un ente aislado
que ajusta su agenda de trabajo a las actividades ocasionales que "vayan
surgiendo" en la marcha de la vida cultural de Guatemala.
El Ministerio de
Cultura debe ser la institución que permita recoger la herencia de nuestros
antepasados en los campos estético, científico, tecnológico e infraestructura.
Estos cuatro pilares son efectivamente, la base sobre la que descansa la
cultura nacional. Y es también en estos campos donde debe enfilar sus líneas de
trabajo el Ministerio de Cultura, a efecto que permita la creación,
preservación y difusión de modelos culturales que nos definan como Nación.
Al respecto, es
pertinente mencionar que no se conciben como cultura solo las prácticas
estéticas de grupos privilegiados económica y socialmente; en consecuencia, deben
tomarse en cuenta también las prácticas sociales (en los cuatro pilares
expuestos antes) de los grupos que han sido relegados en la concepción
tradicional de cultura.
Para nadie es un secreto
que en Guatemala cohabitan diferentes grupos que, por la situación de sometimiento
a la que se les ha reducido, han creado sus propias manifestaciones materiales
y espirituales, situándose en la línea fronteriza de lo contracultural, es
decir, de lo opuesto a la cultura oficial, socialmente dominante.
Entre estas manifestaciones
contraculturales podemos citar: las artesanías, los grupos folclóricos, las manifestaciones
artísticas "no clásicas", el arte popular (danzas, teatro,
literatura, pintura, etc.). Entre estas manifestaciones contraculturales sólo
escapan de ser discriminadas totalmente las manifestaciones culturales mayas
precolombinas (cerámica, monumentos, lenguaje, arte, etc.). Sin embargo, se les
da a las mismas sólo una dimensión folclórica y publicitaria, sin entenderlas
ni situarlas como el referente histórico que nos permite construir nuestra
guatemalidad.
Excepto algunos trabajos
de intelectuales que trabajan en el campo de la cultura (cualquiera sea su
manifestación), son pocos los esfuerzos de investigación dedicados a desentrañar
los elementos científicos, técnicos, estéticos y socioeconómicos de las
manifestaciones culturales que anteceden a nuestra era.
Los pocos
trabajos que existen se refieren únicamente a dar un referente historicista,
mecanicista y lejano de su verdadera interpretación cultural, es decir, como un
principio generador que nos permita comprender las leyes de pensamiento y
acción que rigieron en las distintas épocas culturales que ha vivido Guatemala,
desde la época de los mayas precolombinos hasta la actualidad, donde la mayoría
étnica se mezcla con un rico mestizaje que necesita comprender los patrones
pasados para crear sus propios patrones culturales.
Algunos países como
México, por ejemplo, están iniciando estas líneas de investigación y Guatemala
no debe quedarse a la zaga. No se trata de revivir maliciosa y propagandísticamente
el pasado, sino de comprender las leyes de su funcionamiento para construir el
presente y proyectar el porvenir, toda vez que la cultura es la
"constancia" de lo pasado y lo presente pero es también, el referente
inmediato para delinear el futuro.
El quehacer del
Ministerio de Cultura, tanto como el de otros ministerios no menos importantes
como Educación y Economía por ejemplo, debe ser proyectado a corto, mediano y
largo plazo. Y sus proyecciones deben ser el resultado de un gran acuerdo
nacional en el campo de su competencia, de manera que estas puedan sobrevivir a
los deseos y objetivos particulares de los gobiernos de turno.
CULTURA Y CONTRACULTURA
Es necesario que las
posturas antagónicas que separan a los modelos culturales afirmados por los
grupos de élite político-económica e intelectuales afines, sean modificadas
sustancialmente para dar paso al afianzamiento y difusión de los modelos hasta
ahora contraculturales, es decir, aquellos grupos que no han tenido oportunidad
de expresarse abiertamente en ninguno de los campos asignados por la cultura
oficial hegemónica.
Se trata pues, de
establecer una política general que permita la expresión democrática y
participativa de todos los modelos culturales que persisten en Guatemala en la
construcción de un perfil cultural mayor que nos defina como una
"comunidad" y no como grupos culturales antagónicos.
En la búsqueda de este
perfil cultural deben trazarse como ejes de trabajo la creación, preservación y
difusión cultural en los campos estético, científico, tecnológico, deportivo e
infraestructura.
Para lograr lo anterior
se proponen las siguientes políticas y estrategias generales básicas:
Política No. 1
DESCENTRALIZACIÓN DE
LAS ACTIVIDADES DEL MINISTERIO DE CULTURA
Es impostergable que
las actividades del Ministerio de Cultura estén descentralizadas para lograr la
participación de todos los sectores de la sociedad guatemalteca en la
construcción de una identidad cultural global. La descentralización tiene como
objetivo evitar que la metrópoli ejerza la hegemonía que aún sin quererlo, ha
tenido en la vida cultural del país, viviendo y difundiendo la
"cultura" de grupos privilegiados en desmedro de la expresión de
actores no privilegiados, como es el caso de los departamentos, especialmente
del sector rural.
Estrategia:
CREACIÓN DE LOS
CONSEJOS DEPARTAMENTALES DE CULTURA -CDC-
Los Consejos
Departamentales de Cultura -CDC-- permitirá que los grupos culturales del
interior de la república tengan una "instancia" inmediata que
coordine todas las actividades provenientes de las políticas generales de
cultura del gobierno, así como de los proyectos que genere la propia comunidad
a través de sus grupos representativos.
Metodología de trabajo:
Los CDC estarán
conformados por un representante de las comunidades en cada uno de los campos
referidos en este proyecto. Serán designados por la propia comunidad a través
de sus instituciones y desempeñarán el cargo por un año, pudiendo ser
reelectos.
Los CDC contarán con un
equipo administrativo mínimo, quienes serán nombrados por el Ministerio de
Cultura, devengando el salario correspondiente. Este equipo mínimo lo
constituirán personas de la propia comunidad, quienes hayan destacado por su
larga trayectoria en beneficio de ésta. El resto de miembros de las CDC ocuparán
sus cargos ad-honorem.
Los CDC funcionarán en
las casas de la cultura que existen en los departamentos o en locales que para
el efecto designe el Ministerio de Cultura.
Funciones básicas de
los CDC:
Entre
las funciones básicas de los CDC están:
Coordinar
todas las actividades estéticas y artísticas programadas por el Ministerio de Cultura o los grupos de la comunidad.
Prestar
asistencia a iniciativas de cultura presentadas por los grupos de la comunidad,
sean estas de carácter estético, artístico, científico, tecnológico, deportivo
e infraestructura. Ser
canal de comunicación e información entre los distintos grupos culturales de la
comunidad departamental y el Ministerio de Cultura, dictaminando y apoyando las
gestiones que estos presenten al seno de los mismos.
· Preservar
y promover la vida cultural de su departamento en los planes del arte, ciencia,
tecnología, deporte e infraestructura. Esta última en los procesos de
planificación, protección y construcción de edificios e instalaciones dedicadas
a la expresión cultural, de acuerdo con las políticas generales del Ministerio
de Cultura y del gobierno en general y en el resguardo y conservación de las
ruinas y monumentos nacionales.
Política No. 2
REESTRUCTURACIÓN DEL
MINISTERIO DE CULTURA Y DEPORTES
Es urgente y necesaria
la reestructuración del Ministerio de Cultura y Deportes, a efecto de hacerlo administrativamente
más funcional y que responda a los verdaderos objetivos para los cuales fue creado:
investigar, promover, fortalecer, proteger y difundir el patrimonio cultural en
todas sus manifestaciones.
La reestructuración,
sin embargo, no debe ser una medida inmediata y desorganizada. Puede hablarse
de un proceso de reestructuración que abarque los próximos seis meses, a efecto
de estudiar todas las posibilidades reales de hacer de este ministerio una
institución eficiente y acorde con la política general de desarrollo del país
que el gobierno debe trazar.
Estrategia:
REALIZAR LOS DIAGNÓSTICOS
DE FUNCIONAMIENTO ADMINISTRATIVO Y DE CUMPLIMIENTO DE OBJETIVOS INHERENTES A LA
FUNCIÓN BÁSICA DE PROMOVER, PROTEGER, INVESTIGAR Y DIFUNDIR LA CULTURA EN SUS DIFERENTES
ASPECTOS
En efecto, no basta con
establecer si una dependencia del Ministerio de Cultura ha ejercido una
transparente labor administrativa. Se
necesita saber con exactitud si están cumpliendo las funciones básicas que les
competen dentro del Ministerio y en qué medida están cumpliendo esas funciones.
Estos diagnósticos de
funcionamiento administrativo y de cumplimiento de objetivos deben hacerse en
cada una de las dependencias del Ministerio y de éste en su globalidad. Para
ello debe hacerse un serio y profundo análisis de su estructura administrativa
y de sus funciones básicas, desmembrándole aquellas dependencias que estén
forzadas dentro de su concepción filosófica y funcional y agregándole aquellas
que por la naturaleza de sus funciones, deban conceptualizarse como funciones
culturales.
No se trata, en este
sentido, de disminuir o aumentar el número de sus dependencias, sino de que
éste cumpla totalmente las funciones para las que fue creado.
Metodología de trabajo:
Se propone como
metodología básica de trabajo el diagnóstico y el autodiagnóstico. El primero
permitirá establecer el nivel de funcionamiento administrativo por parte de un
ente especializado (podría ser un equipo de contralores designados por el Ejecutivo).
En el segundo caso, se ejecutarían autodiagnósticos de funcionamiento para
establecer, al interior de cada dependencia, el nivel de eficiencia y la
relación que tienen sus actividades con las políticas de cultura del nuevo
gobierno.
De las dos actividades
mencionadas anteriormente, se desprendería
una tercera etapa: la toma de decisiones. En este nivel intervendría un equipo
de trabajo conformado por las autoridades del Ministerio de Cultura, jefes de
dependencia, representantes de los trabajadores y representantes de los grupos
culturales en sus diferentes manifestaciones, propuestos por estos mismos
grupos.
La situación anterior,
aunque parezca complicada, tiene como propósito evitar que las decisiones sean
de carácter vertical, como ha sucedido siempre, y se promueva en cambio, la participación
activa y democrática de los grupos afectados en el campo de la cultura.
Para la toma de
decisiones finales, se propone un CONGRESO DE CULTURA, cuya función básica sería
conocer propuestas y aprobar resoluciones en materia de filosofía, estructura
administrativa y funciones básicas de la institución destinada a preservar, investigar,
promover y difundir la cultura en nuestro país.
Las resoluciones de
este Congreso deberían ser vinculantes, respetadas y aceptadas por el gobierno
central, a efecto de promover un ente popular, democrático y participativo,
donde el acceso a las decisiones no sea patrimonio de pocos privilegiados sino
de la mayoría no deliberante de este país.
Política No. 3
PROPICIAR LA UNIDAD
CULTURAL GUATEMALTECA A TRAVÉS DE LA DEMOCRATIZACIÓN EN LA INVESTIGACIÓN,
PROMOCIÓN, PROTECCIÓN Y DIVULGACIÓN DE TODAS LAS MANIFESTACIONES CULTURALES
EXISTENTES EN EL PAÍS
Ciertamente Guatemala
es uno de los países del mundo que presenta mayor diversidad cultural. Sin embargo, ello no debe ser obstáculo,
sino más bien, incentivo para propiciar una política general de desarrollo que
tienda a encontrar la unidad en esta diversidad.
Para ello se hace
necesario que desaparezca del panorama cultural guatemalteco la concepción
elitista de cultura (mal denominada bellas artes) que tradicionalmente se ha
tomado como la cultura oficial, en desmedro de las multiculturas, que por su
carácter de relegadas y poco respetadas se han tornado en CONTRACULTURAS. Es
aceptable hoy día, que los elementos de la naturaleza transformados por los
seres humanos, son en esencia, productos culturales. De manera que en esta
transformación intervienen valores estéticos marcados por las condiciones
económicas, sociales, políticas e ideológicas de cada grupo social. En consecuencia,
ninguna creación o transformación humana es más o menos cultural que otra, más
o menos estética que otra; son simplemente, apreciaciones y transformaciones
diferentes y por lo tanto, legítimas.
Por lo dicho
anteriormente, es impostergable recoger la intención del Presidente de la República
en el sentido de DEMOCRATIZAR LA CULTURA NACIONAL, haciéndola participativa y
mayoritaria, con un sentido de guatemalidad, en toda la extensión del término.
Estrategia:
REALIZAR EL CONGRESO ANUAL
DE ARTE, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Frente a la excesiva
dependencia cultural en los planos artístico, científico y tecnológico a que se
ha sometido a la sociedad guatemalteca en general, negándole el derecho de su
SER CULTURAL como nación, se hace necesario que el Ministerio de Cultura
promueva, a través de por lo menos un congreso anual, la discusión y análisis
de la realidad guatemalteca sobre todo en los planos artístico, científico y
tecnológico.
Obviamente, en estos planos
también se enmarca toda la actividad social, económica, política, ideológica de
los distintos grupos sociales. En este congreso se analizarían problemas tales como:
movimientos artísticos, concepciones estéticas, arte y vida cotidiana,
corrientes científicas y su aporte a la cultura nacional, movimientos
científicos guatemaltecos, tecnología de punta, tecnología apropiada y otros.
Las ponencias,
conclusiones y recomendaciones de este congreso, deberían incorporarse a las
políticas nacionales de cultura esbozadas por el Ministerio y el gobierno
central.
Metodología de trabajo:
Ei Congreso Anual de
Arte, Ciencia y Tecnología debería ser impulsado por el Ministerio de Cultura y
Deportes con la participación de un equipo multidisciplinario conformado por
representantes de cada una de las Universidades del país, de los grupos e
instituciones que trabajan con la cultura, especialmente con representantes de
los Consejos de Cultura Departamental -CDC-. Cada institución o grupo podría
participar en los ámbitos que crea conveniente y especialmente en los que le
competa directamente.
Política No. 4
PROMOVER LA UNIDAD
CULTURAL EN LOS DEPARTAMENTOS
Democratizar la
actividad cultural significa llegar a todos los lugares del país. Ese debiera
ser uno de los objetivos básicos de la política cultural del gobierno. Naturalmente,
es casi imposible, debido al caos
económico que enfrentamos actualmente, pensar en llegar a todos los municipios,
aldeas y caseríos que conforman Guatemala. Pero llegar no significa “llevar
cultura”. Esta es una falacia que ha servido a las "élites intelectuales"
para mantener una hegemonía política en el campo cultural, especialmente en lo
artístico, científico, tecnológico y deportivo.
Pensamos que llegar
significa proporcionar los elementos esenciales que permitan a los
departamentos, como nichos culturales, desarrollarse y encontrarse en una
unidad cultural que les ha sido vedada, en forma abierta o encubierta.
Estrategia:
CREAR LOS FESTIVALES
DEPARTAMENTALES DE CULTURA Y DEPORTES
Para crear la unidad
cultural en los departamentos es necesario crear mecanismos que permitan que
los distintos grupos culturales, interactúen con un fin común: crear, promover,
difundir y disfrutar su cultura en todas sus manifestaciones.
Para ello se propone
crear por lo menos, un festival anual de cultura y deportes en cada uno de los
departamentos. En este festival anual se planificaría una agenda de actividades
con la coordinación directa de los Consejos Departamentales de Cultura –CDC-
Entre los campos a
cubrirse estarían: Ciencia, tecnología
apropiada, arte en todas sus manifestaciones, folclore, deportes, y las que
cada CDC disponga realizar. En esta línea de trabajo, el Ministerio de Cultura
ofrecería una intensa actividad cultural,
puesto que, siendo 22 departamentos, se estaría
realizando como mínimo, dos festivales departamentales por mes durante cada año.
Metodología de trabajo:
El Ministerio de
Cultura planificaría, conjuntamente con los CDC, la agenda de los festivales anuales
de cultura y deporte, así como el tiempo de duración de los mismos y los
recursos económicos, logísticos y humanos necesarios para su realización.
En todo caso, se realizaría
el mayor esfuerzo con el menor costo financiero por parte del gobierno central,
solicitando colaboración de las municipalidades, entidades privadas y de la
propia comunidad; sin que esto disminuya la calidad y eficiencia de los
festivales.
Entre las actividades
básicas contempladas estarían: festivales de música, danza y canto, exposiciones
de pintura, artesanías, escultura, cerámica, tecnología apropiada, festivales
de oratoria y declamación, festivales de literatura criolla, nacional y
extranjera. También se realizarían campeonatos deportivos intermunicipales, encuentros
de intelectuales regionales, nacionales o extranjeros en los campos de arte,
ciencia y tecnología y otros que decidan
los propios CDC.
Política No. 5
PROMOVER LA
INVESTIGACIÓN DE LA CULTURA NACIONAL
Es necesario que el
Ministerio de Cultura y Deportes promueva la investigación de la cultura
nacional a efecto de disponer de suficiente y eficiente información para la
toma de decisiones que le permitan orientar y reorientar las políticas
culturales del país.
Para ello se necesita
crear los mecanismos que permitan desarrollar líneas de investigación en todos
los campos culturales, especialmente en aquellos que tradicionalmente han sido
descuidados, tales como la vida cotidiana, el folclore, las artesanías, la
ciencia y tecnología comunitaria, las tradiciones, y otras manifestaciones
culturales hasta hoy relegadas.
Estas investigaciones
deben ser publicadas y expuestas en cónclaves sociales donde tengan
oportunidad de participar académicos e investigadores comunitarios, maestros,
promotores sociales, etc.
Debe fortalecerse
esta línea de trabajo a efecto de que se cuente con un vivero de nuevas ideas y
experiencias que permitan enriquecer la identidad cultural nacional, promover
sus valores y ensanchar la frontera que separa a la cultura de élite con las
contraculturas, en el caso guatemalteco, mayoritarias,
Estrategia:
CREAR LA DIRECCIÓN DE
PLANIFICACIÓN E INVESTIGACIÓN DE LA CULTURA
Esta Dirección unificaría
dos dependencias que existen en el Ministerio de Cultura y Deportes en forma
separada. El propósito es que en una sola dependencia se reúna todo lo que
tiene que ver con la planificación y la investigación de la actividad cultural
en todas sus manifestaciones.
Para lograr lo anterior se conformaría un equipo
multidisciplinario que, conjuntamente con los CDC planifiquen y ejecuten los
proyectos de investigación cultural en todos sus campos, contratando para ello
a especialistas, académicos y, de ser posible, oriundos de las propias
comunidades.
Metodología de trabajo:
Los CDC, a requerimiento
de la Dirección propuesta, enviaría una nómina de los campes que necesita
investigar, así como las propuestas de candidatos que tengan las cualidades
requeridas para realizar tales investigaciones. Estos investigadores devengarán
los salarios establecidos para tales efectos y no contraerán relación laboral
permanente con el Ministerio de Cultura.
El Ministerio de Cultura
y Deportes se comprometerá a divulgar los trabajos de investigación a efecto de
que se conozcan y sirvan para tomar decisiones a las instituciones que trabajan
en este campo, ya sean éstas, privadas, estatales u organismos no
gubernamentales -ONGs-.
Política No. 6
PROMOVER LA CONSERVACIÓN
DE LA CULTURA NACIONAL
El Ministerio de Cultura
y Deportes deberá iniciar, cuanto antes, una política tendiente a promover la
conservación de nuestra cultura, mediante la aplicación de instrumentos legales
y medidas administrativas que permitan la conservación de las diferentes
expresiones culturales, especialmente aquellas que están en peligro de extinción
o perjuicio. Para ello deberá
coordinar con entidades estatales y privadas, nacionales e internacionales, las
acciones que permitan preservar la ecología, el patrimonio cultural y los
valores sociales comunitarios, así como garantizar y respetar la existencia de
todas las formas de apreciación estética, ideológica y social de los habitantes
y grupos culturales que conforman la república de Guatemala.
Estrategia:
CREAR EL CONSEJO DE
PROTECCIÓN DE LA CULTURA NACIONAL
El Ministerio de
Cultura deberá hacer uso de su iniciativa de ley para proponer ante el Congreso
de la República los mecanismos legales que permitan resguardar y preservar los
valores culturales, ya sean materiales o espirituales (tangibles o intangibles). Además de ello, debería aplicar aquellas
leyes e instrumentos administrativos que permitan detener y erradicar la
depredación cultural en todos los aspectos de la vida nacional.
Esta actividad la realizaría conjuntamente con
organismos nacionales e internacionales que se dedican a la protección cultural,
y de los Consejos Departamentales de Cultura, conformados en un Consejo de
protección de cultura nacional.
Metodología de trabajo:
El Ministerio de
Cultura deberá realizar un diagnóstico de la situación cultural en todos los
departamentos, en coordinación con los CDC. Este diagnóstico debe contemplar
campos tales:
·
Ruinas
y monumentos nacionales (arqueología nacional)
·
Tradiciones
·
Formas
de comunicación
·
Valores
artísticos y folclóricos
·
Valores
científicos y tecnológicos, etc.
Al ser realizado el
diagnóstico y haberse detectado los problemas, se aplicarán las medidas que, en
consulta con los expertos de los CDC, sean las más adecuadas y necesarias.
Política No. 7
PROMOVER LA ENSEÑANZA
DE LA CULTURA NACIONAL
Para nadie es un
secreto que cada vez se pierde el sentido de identidad nacional, sí es que
alguna vez se pensó en ello. Lo cierto es que, en vez de crear una política que
tienda a conformar un sentido de identidad nacional, cada vez se pierde este
sentido de pertenencia a una comunidad, que si bien es multicultural, está conformada
por elementos comunes a todos los grupos y etnias.
Una de las razones de
este fenómeno de pérdida de identidad cultural es el menoscabo que los propios
guatemaltecos en la dirigencia del Estado han hecho de las distintas
manifestaciones culturales y la necesidad de incluirlas en un proyecto de
desarrollo integral.
Además de ello, la
penetración constante de formas culturales extranjeras, así como la falta de
políticas que tiendan a preservar la cultura mediante la enseñanza de la misma
desde los primeros años de la educación sistemática y otras modalidades, han
contribuido a que en la actualidad se carezca en muchos sectores, de una identidad
cultural.
Desconocer los valores
culturales equivale a no amarlos, a no promoverlos y a negarlos paulatinamente.
Por ello se hace necesario que el Ministerio de Cultura emprenda la tarea de
crear programas de enseñanza de la cultura en todas sus manifestaciones,
creando los mecanismos para que estos lleguen a todos los guatemaltecos.
Estrategia:
CREAR EL PROGRAMA
PERMANENTE DE LA ENSEÑANZA DE LA CULTURA
Se debería crear el
programa permanente de enseñanza de la cultura nacional. Para ello debería
establecerse coordinación con el Ministerio de Educación a efecto de incluir
dentro de sus asignaturas, una destinada exclusivamente al conocimiento de la
cultura guatemalteca en todas sus manifestaciones.
Además de ello, se
crearía, a través de los CDC y otras organizaciones culturales, un programa permanente
de enseñanza de la cultura regional o departamental, con el propósito que los
habitantes de los diferentes grupos sociales conozcan, valoren, respeten,
aprecien y practiquen esos valores culturales.
Metodología de trabajo:
El Ministerio de Cultura
deberá crear un Consejo para la Enseñanza de la Cultura. Este consejo estaría
integrado por especialistas en la materia y además por maestros de los
distintos niveles educativos, a efecto de dar un tratamiento pedagógico
adecuado a los contenidos del programa permanente.
Cada programa estaría
conformado de dos partes fundamentales: Cultura nacional y cultura regional. En
cada una de estas partes se analizarían los distintos campos que comprende la
cultura, en su dimensión sincrónica y diacrónica.
Se elaborarían textos básicos
sobre cultura nacional y regional, los cuales serían distribuidos a través del
Ministerio de Educación y entidades culturales.
Para fomentar su
lectura, se realizarían distintos eventos donde los participantes tengan oportunidad
de aportar sus conocimientos sobre las distintas prácticas culturales del país.
Estas actividades estarían coordinadas por los CEC de cada departamento.
Política No. 8
PROMOVER LA
PARTICIPACIÓN DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA DIFUSIÓN DE LA CULTURA NACIONAL
Actualmente vivimos en
una sociedad que está determinada por la calidad y cantidad de información que
los medios de comunicación nos envían. Esta información, muchas veces no está
ligada a nuestras prácticas sociales, con nuestras tradiciones, nuestros gustos
y esquemas sociales. Es una información tomada de agencias internacionales de
noticias, y hoy más reciente, de Internet.
Mucho se ha discutido
acerca del papel que los medios de comunicación deben jugar en la transmisión
de la educación y la cultura. A veces, sin quererlo, se les señala directamente
de no responder a estas necesidades.
Es necesario pues, estimular
en los medios de comunicación la difusión de mensajes que tengan relación
estrecha con la cultura nacional. Aunque ellos lo hacen a menudo, esta
información no posee un perfil definido y congruente con estrategias mayores
para iniciar una verdadera cruzada por la cultura.
El Ministerio de
Cultura debe impulsar una propuesta que involucre afectiva y efectivamente a
los medios de comunicación como grandes instrumentos de cambio social, y
afianzadores de costumbres, normas, tradiciones y cánones morales.
Estrategia:
COORDINAR CON LOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN LA DIFUSIÓN DE LA CULTURA A TRAVÉS DE LA COBERTURA DE
EVENTOS DE TRASCENDENCIA NACIONAL Y REGIONAL
Debe pensarse, en
primer lugar, que los medios de
comunicación son empresas lucrativas. La información es su mercancía. En tal
sentido, el Ministerio de Cultura debe transformar en mercancía informativa sus
eventos culturales. Esto significa, que cuando se acerque a los medios de comunicación
con propuestas de cobertura de eventos, debe evidenciar que ello les reportar
algún margen de ganancia, directa o indirecta.
Y no es que se quiera
señalar de mercantilistas a los medios de comunicación. Es simplemente que así
funcionan y aunque tienen un papel social frente a la comunidad, ello no les impide
que traduzcan en mercancía la información que transmiten; caso contrario, como
empresas comerciales, no tendrían razón de existir.
El Ministerio de
Cultura debe actuar bajo esta realidad y en consecuencia, adoptar aquellas
medidas que le permitan entrar en un arreglo licito con las empresas de
comunicación a efecto de presentarles propuestas que sean bien recibidas por
ellos y se comprometan a realizar una labor de divulgación cultural sistemática
y fuerte.
Metodología de trabajo:
Crear el Consejo Permanente
de Medies de Comunicación para la difusión de la Cultura Nacional. Este consejo
estaría integrado por representantes de todos los medios de comunicación del
país y un representante del Ministerio de Cultura y de las entidades de prensa
nacional.
La labor de este
Consejo sería planificar, con la participación del Ministerio de Cultura, la
labor informativa en materia de cultura en todos sus campos. Podría funcionar
como una instancia administrativa con un presupuesto básico para las labores
informativas.
El Consejo Permanente
se encargaría de gestionar ante todas las empresas de comunicación, los
paquetes informativos que, sin afectar desmedidamente las ganancias de sus
propietarios, tiendan al apoyo de la cultura nacional.
En esta, línea de
trabajo debería invitarse a los dueños o
representantes de medios de comunicación a integrar el Consejo y planificar en
forma conjunta, la política informativa en materia cultural.
Política No. 9
CREAR LOS VIVEROS
PERMANENTES PARA LA FORMACIÓN DE CUADROS ARTÍSTICOS Y DEPORTIVOS
Es necesario que tanto
el arte como el deporte sean dos campos considerados de interés nacional. En consecuencia,
deben crearse en todos los departamentos, los viveros que permitan formar
artistas y deportistas en todas las manifestaciones posibles.
El Ministerio de
Cultura debe poner especial atención a los niños y jóvenes de toda la república,
creando los mecanismos que permitan cimentar en ellos el amor por el deporte y
el arte, dos pilares fundamentales en la vida cultural. Los pasos que se den hoy
a este respecto, serán los frutos que mañana
podrán garantizar un vigoroso panorama deportivo y artístico.
Estrategia:
CREAR EL PROGRAMA
PERMANENTE DE FORMACIÓN ARTÍSTICA Y DEPORTIVA PARA LOS NIÑOS Y JÓVENES DEL PAÍS
Este programa
permanente tendría como propósito fundamental la formación deportiva y artística
de los jóvenes. En este sentido, el Ministerio de Cultura debería encaminar sus
esfuerzos hacia la articulación de un programa artístico y deportivo con la
participación directa del Ministerio de Educación, organizaciones populares,
Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala, entidades artísticas y los
Consejos de Cultura Departamental.
Este programa
permanente tendría como objetivo la formación de capital humano (niños y
jóvenes) en los campos del arte y el deporte. Para ello se crearían cursos y
talleres tales como: música, canto, oratoria, declamación, danza, literatura, juegos
deportivos, gimnasia, entre otros.
Metodología de trabajo:
Estos talleres y cursos
serían planificados por el Ministerio de Cultura a solicitud específica de los
CDC y previo análisis por parte de los responsables del Programa Permanente de
Formación Artística y Deportiva, constituido para el efecto en un Comité. Los
integrantes del mismo serían designados por el propio Ministerio a propuesta de
organizaciones culturales del país.
En síntesis, las
políticas antes descritas no obstaculizan la labor que el Ministerio de Cultura
y Deportes está desarrollando. En consecuencia, continuarían efectuándose las
actividades artístico-cuIturales que hasta la fecha se han venido haciendo. Lo
que se trata es articular una política general de cultura, ausente hasta la
fecha en los anteriores programas de gobierno, con plena participación de todos
los sectores que conformamos la sociedad guatemalteca.
Política No. 10
CREAR LOS MECANISMOS
QUE PERMITAN VIGORIZAR LA ACTIVIDAD CONSERVACIONISTA DEL MINISTERIO DE CULTURA
Se hace necesario que
el Ministerio de Cultura incremente sus ingresos directos por diversos medios,
para poder cumplir con la misión de preservar el pasado cultural de la nación,
especialmente en lo que se refiere a infraestructura y monumentos pre-coloniales
y coloniales y la protección de su entorno ecológico.
Esta es una tarea
millonaria que el Ministerio no podría cubrir con sus fondos asignados
anualmente. En tal virtud, se hace necesaria la búsqueda de nuevas fuentes de
financiamiento que contribuyan a iniciar una fuerte política de conservación de
nuestro patrimonio cultural.
Estrategias:
CREAR EL IMPUESTO A LA
CULTURA POR LA ACTIVIDAD TURÍSTICA Y HOTELERA
Podría proponerse al
Organismo Legislativo el proyecto de creación del impuesto a la cultura por
concepto de salida y entrada al país para guatemaltecos y extranjeros Además se
abonaría a la factura de gastos de turistas por pago de hoteles, tiendas, lugares
de recreación, visitas a lugares arqueológicos, y comercio en general, el 1 por
ciento del total facturado para guatemaltecos y dos por ciento para
extranjeros, considerando que el turismo es uno de los principales rubros de
ingresos económicos, y que está directamente vinculado con la actividad
cultural del país, se justifica que las personas que hacen turismo den su
aporte a la cultura nacional.
Otra razón que
justifica ampliamente el impuesto aludido es que, quienes hacen turismo,
generalmente se benefician precisamente de la cultura nacional, especialmente
lugares de recreo, museos, monumentos, parques nacionales, etc.
El destino de este impuesto
estaría única y exclusivamente, mediante un fondo privativo, destinado a la
labor de preservación del pasado cultural de Guatemala.
CREAR EL IMPUESTO A LA
ACTIVIDAD DEPORTIVA PROFESIONAL
Si tomamos en cuenta
que la actividad deportiva profesional es un campo en el que sólo un mínimo
porcentaje de la población tiene acceso, y que está concentrada en los centros
urbanos, especialmente la Capital, se hace necesario que el Ministerio de
Cultura y Deportes establezca un impuesto directo para el boletaje de tales
actividades. Este seria del uno por ciento.
Estos fondos estarían destinados, mediante un fondo privativo,
a promover los viveros deportivos en los departamentos y la periferia de la ciudad
Capital. Estos fondos serían distribuidos, en forma equitativa, como un presupuesto de operación y fomento al
deporte, manejados directamente por los CDC departamentales, previa
presentación de programas específicos de trabajo anual.
CREAR Y/O FOMENTAR LOS
PROGRAMAS DE GESTIÓN, COGESTIÓN Y AUTOGESTIÓN ECONÓMICA
Es importante vigorizar
la labor de conservación del patrimonio cultural de la nación. Pero resulta imposible
realizar esta labor únicamente con el aporte del Estado o con los programas que
ya existen con organismos internacionales.
Se debe, por tanto,
desarrollar una política que tienda a vigorizar o crear, cuando no existan, los
programas gestionarios, cogestionarios y especialmente, los autogestionarios.
Esta última modalidad tiene la característica básica de hacer partícipe a la
comunidad de sus propios proyectos, alimentando con ello, un valor cívico y
patriótico a las actividades.
Se deben crear los
mecanismos administrativos que permitan que los CDC departamentales y otras
dependencias del Ministerio de Cultura generen sus proyectos autogestionarios y
cuyos fondos se canalicen a través de un fondo privativo. Este recurso
posibilitaría a los entes autogestores, poder realizar sus proyectos sin
demasiados trámites burocráticos.
Es obvio que toda esta
actividad estaría sometida a supervisión permanente por parte del Ministerio de
Cultura y Deportes y también de la Contraloría General de Cuentas de la Nación,
debiendo implementarse los mecanismos administrativos necesarios, a efecto de
impedir la malversación de fondos, la
extracción ilícita de capitales y la eliminación de posibles focos de corrupción.